Pablito – El Nombre de Jesús
Mi historia
POR AMOR AL REINO
Acción voluntaria de los patrocinadores ayuda a la IIGD a alcanzar 191 naciones
O’hara Santos
Hace más de 40 años, el Dr. Soares ha bendecido a miles de personas por Brasil y alrededor del mundo con sus programas, en los cuales el destaque es Jesús. El Show de la Fe, ¡Hola, amigo! y S.O.S. de la Fe son transmitidos diariamente en la TV, por Youtube y medios sociales, con una programación que abarca alabanzas, mensajes, testimonios y oraciones.
Todo eso solo es posible gracias a la ayuda de un grupo especial: los patrocinadores. Esas personas entendieron su responsabilidad con la obra de Dios y desean que, a cada día, el Evangelio alcance más almas. “Con la ayuda del pueblo de Dios, la Palabra ha alcanzado regiones donde el diablo siempre imperó”, explica el Dr. Soares. Él afirma que, aunque se levanten situaciones para tratar de callar a aquellos que llevan las Buenas Nuevas, nada es capaz de impedir su progreso. “Las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia de Cristo”.
Las donaciones voluntarias revelan un gesto de amor incondicional al prójimo. Para el Pr. João de Paula, de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios (IIGD), ser patrocinador es “unirse a un ejército celestial para difundir el Reino”. El pastor escuchó al Dr. Soares decir que Dios otorga responsabilidad a las personas, y Él mismo garantiza el recurso. “El Señor da las herramientas necesarias para que el individuo cumpla el Id del Maestro”, enseña, refiriéndose al texto de 2 Corintios 9:10.
João de Paula destaca que mantiene la esencia que asimiló al inicio de su caminata cristiana. “Soy patrocinador desde hace 15 años. En esta época, mi esposa estaba enferma y quedó sana en el Nombre de Jesús”, afirma el pastor, reconociendo la importancia del proyecto.
El resultado de las personas que entienden y asumen la responsabilidad con la obra del Altísimo es la materialización de infinitas bendiciones. Innumerables frutos se producen con historias impactantes que incluyen sanidad, liberación, y la restauración de la familia.
Vale la pena
Maria Nazaré de Oliveira, 70 años, es una de esas personas. En 2020, perdió un hijo para las drogas y descubrió que su primogénito, Geovani Oliveira da Silva, se volvió dependiente químico y alcohólico.
Un estudio de la Fundação Oswaldo Cruz (institución nacional de estudio y desarrollo de ciencias biológicas) muestra que 3,563 millones de brasileños consumieron drogas ilícitas recientemente. Según la encuesta, el 7,7% de la población brasileña consumía marihuana, hachís o skank; 3,1%, cocaína; 2,8%, solventes y 0,9%, crack. Aún de acuerdo con el estudio, 16,5% de los participantes indicaron uso abusivo de bebidas alcohólicas.
Geovani también formaba parte de esa estatística y había transformado la vida de su mamá en una pesadilla. “Me desvelé, muchas veces. Él salía de casa por la noche y solo regresaba tres días después. Me angustiaba”, recuerda.
El drama de esta mamá duró casi una década y le provocó graves enfermedades. “Desarrollé depresión y crisis de ansiedad”, dice.
Mucha gente de la familia se dio por vencida con el caso, sin embargo Maria creyó en la recuperación de su hijo, incluso en medio de los altibajos. “Le daba muchos consejos. Traté de convencerlo de que buscara ayuda en una casa de rehabilitación, pero nunca quiso ir”, lamenta.
Mientras Geovani rechazaba la ayuda, se hundía aún más en un pozo sin fondo. “Se casó dos veces. Vendía todo lo que había en casa y tenía cuatro hijos que mantener”, recuerda la mamá.
Maria hizo lo que pudo para evitar que su hijo se volviera adicto a las drogas, pero se cansó de luchar sola. Un día, sintonizó en el Show de la Fe. En ese momento, el predicador estaba hablando de personas involucradas con narcóticos. “El tema me llamó la atención y me quedé frente al televisor hasta el final del programa”.
La respuesta fue rápida. Un mes después, el joven comenzó a asistir a una iglesia y abandonó la práctica dañina. “Mi hijo se ha entregado a Cristo y está logrando levantarse. Ahora, duermo en paz. Es maravilloso creer en Jesús y responsabilizarse por su obra”, celebra.
Sin falta de nada
Leonilda Júlia Ramos Cruz, de 80 años, cuenta cómo fue bendecida por uno de los programas del Dr. Soares. Ella sufría de desgaste en el fémur. “Sentía un dolor insoportable en el hueso. Parecía que iba a explotar. Cuando me acostaba, no encontraba una posición cómoda”, explica la anciana, cuya enfermedad le impidió realizar diversas actividades.
Auxiliar de enfermería jubilada, Leonilda recurrió a la medicación, sin embargo fue en vano. “Pero, Dios cambió mi historia”.
La felicidad le llegó después de participar en una oración en el S.O.S. de la Fe, presentado por el Pr. Rogério Postigo, líder de la IIGD en Río de Janeiro. “Bebí el agua consagrada y desapareció toda esa agonía”, garantiza.
Con los movimientos recuperados, Leonilda se considera una nueva persona y vuelve a caminar por las calles. “Recientemente caminé 3 km. Fui sola a vacunarme contra el covid-19. De hecho, no sola; Dios y yo”, dice sonriendo.
Lectora del Boletín Informativo del Patrocinador – La Certeza de la Victoria y fiel patrocinadora, declara la satisfacción de apoyar la obra del Altísimo. “Sé que los pastores viajan para difundir el mensaje. Mi aportación es pequeña, pero es de corazón, y Dios no deja que me falte nada”, asegura Leonilda, que colabora desde hace más de diez años.
Embarazo gemelar
Desde Italia, la brasileña Ana Lúcia comparte la alegría de un milagro que recibió. “Mi mayor sueño era ser mamá. Durante diez años me sometí a varios tratamientos para quedar embarazada y, cuando sucedió, lamentablemente tuve dos abortos espontáneos”.
Una vez más, Ana Lúcia buscó ayuda en la Medicina, y un especialista le dijo que la fecha límite para el nuevo embarazo era el 2018. “Entonces escuché sobre las oraciones que la IIGD ofrecía por las mujeres que querían esta bendición y le pedí a la Pra. Valéria [Azerrad] que orara por mí”, revela.
Ana Lúcia confió en las promesas del Creador y obtuvo una respuesta. “¡Logré quedar embarazada de gemelos!”, celebra. Si, por un lado, la futura mamá estaba radiante con la noticia, por el otro, la preocupación era grande. “Empecé a perder sangre y el embarazo era de muy alto riesgo. Me hinché demasiado, pesaba 90 kg y mi presión arterial subía constantemente”.
A las 35 semanas, la bolsa se rompió prematuramente, y lo peor: Ana Lúcia tuvo complicaciones en el parto. “Pero, Dios fue fiel y guardó Su Palabra. Hoy puedo declarar mi victoria, porque mis hermosos bebés están sanos. ¡Alabado sea Dios!”, agradece.
Llevar el mensaje a lugares remotos
Ser un patrocinador es asumir la responsabilidad de evangelizar Brasil y el mundo, a través de un aporte. Significa que la Palabra se puede llevar a lugares remotos, especialmente por medio de programas de televisión y redes sociales. En respuesta a este acto de amor, miles de vidas se han encontrado con Cristo. Es muy importante que invirtamos en este trabajo. Siempre digo: cuando lleguemos al cielo, alguien nos agradecerá la actitud de cada patrocinador y también la oportunidad de vivir en gloria con Jesús.
Pr. Rogério Luzitano, IIGD en Rio das Ostras – RJ.
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Quiero patrocinar por mi vision. Por restauracion del hogar de mi hija y un empleo para mi hija. Por el desarrollo del crecimiento de mi nieto.
Por salud para toda mi familia.
Amen