Pablito – El Nombre de Jesús
Mi historia
“AHORA, QUIERO VIVIR”
Pensamientos dañinos intentaron convencer a Victoria de que la muerte era la mejor salida.
O’hara Santos
Brasil lidera el ranking del país más deprimido de América Latina. Esto es lo que reveló una encuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hay más de 12 millones de pacientes. Es decir, el 5,8% de la población padece este trastorno frente al 4,4% de la media mundial.
Los datos son alarmantes, pero, por fe, algunas personas han logrado superar este problema. Este es el caso de Vitória de Fátima Azevedo Barreto Pinto, de 55 años. Por poco, ella no estaría aquí para informar su transformación al Boletín Informativo del Patrocinador.
“La depresión me vino por el estrés laboral”, explica la profesora. “Dejé de comer, me debilité y simplemente permanecía acostada en la cama con angustia y miedo”, agrega ella, que tomaba medicamentos fuertes.
Malos pensamientos acechaban su mente: “Me decían que la única solución era el suicidio”. Fue entonces cuando su esposo la invitó a participar en un servicio en la Iglesia de la Gracia. “Me gustaba el trabajo y buscaba la fuerza para liberarme”, explica.
Y el llanto de Vitória dio paso a la felicidad. “Ahora, quiero vivir”, celebra dando un consejo a las personas depresivas: “Aférrese a la fe. Clame a Dios con todo su corazón y sea liberado como yo”.