Test – 22
Editorial – 24
AHORA, SOLO “APUESTA” EN JESÚS
Daniela Geralda sufría de trastorno por juego compulsivo
O’HARA SANTOS
Una encuesta del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de São Paulo (USP) muestra que la compulsión por los juegos de azar afecta aproximadamente al 1% de la población brasileña, sumando más de 2 millones de dependientes.
Daniela Geralda Dias Martins, de 40 años, formó parte de esa estadística. Aprendió esta costumbre de sus padres y, durante décadas, vivió una montaña rusa de emociones. “Tuve ganancias rápidas, pero también pérdidas significativas y mucho sufrimiento debido a la adicción”, dice.
El problema es tan grave que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido el trastorno por juego compulsivo (o patológico) en el Código Internacional de Enfermedades (ICD), junto con la adicción al alcohol, la cocaína y otras drogas.
Daniela incluso quería dejar de apostar, pero no encontraba fuerzas. “Estaba endeudada y no estaba progresando”, dice. Sin embargo, en 2011, recibió una invitación para asistir a una reunión de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios en la ciudad.
Le gustó tanto el servicio que decidió seguir los caminos de Jesús, pero parcialmente. “Yo estaba en la Iglesia, pero seguía jugando. ¿El resultado? Estaba estancada”, garantiza.
El año pasado, en un servicio de liberación, Daniela recibió una alerta, una “advertencia de Dios”. “Una colaboradora me dijo que esta práctica no estaba de acuerdo con las Sagradas Escrituras y leyó, en el Salmo 128, una promesa del Señor de bendecir a cada individuo con el sudor de su trabajo”.
Desde entonces, Daniela obedeció las enseñanzas de la consejera y empezó a “apostar” solo en Jesús. “¡Dejé todo! Con eso, mis finanzas mejoraron y monté un gran salón de belleza. Luego, abrí una tienda de bocadillos. Estoy prosperando y creando empleos”, celebra la empresaria, que patrocina los programas del Dr. Soares.