Europa
Misiones Mundiales – Etiopía
BENDICIONES QUE NOS PERTENECEN
Aprender sobre las bendiciones que nos pertenecen nos ayudará a vivir y hacer mejor la obra encomendada por el Señor. Entonces, vamos a estudiar ese tema en la Palabra.
BENDICIONES EXCEPCIONALES – Jacob bendijo a sus hijos, haciendo declaraciones privadas a cada uno de ellos. Sin embargo, cuando llegó el turno de José, dijo algo que solo él recibiría: Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las de mis progenitores; hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José, sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos (Génesis 49: 26). Asimismo, cuando vamos a bendecir a una persona, tenemos que sentir del Señor qué palabras usar. No es suficiente poner las manos sobre ella e invocar tal regalo, sino profetizar lo que se nos permitirá darle. Deje que Dios le use como le plazca. Él es el Señor de la bendición.
BENDICIONES QUE NOS ALCANZARAN – Y vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas bendiciones, si escuchas la voz de JEHOVÁ, tu Dios (Deuteronomio 28:2). Vale la pena leerlo hasta el versículo 15, porque el texto bíblico habla de lo que sucedería en el tiempo de la Ley para quienes escucharan la voz del Altísimo. Ahora, hoy, viviendo en la gracia de Dios, tenemos esa misma garantía, porque prestamos atención a las Escrituras. Pero, lamentablemente, el mensaje negativo que se escucha en todas partes priva a muchas personas de apropiarse de las maravillas divinas. Solo hay una forma de recibir la fe que habitó en Jesús: escuchando sus instrucciones en la Palabra. Él nos enseña el Camino a seguir y nos guía con sus ojos (Salmos 32:8).
BENDICIONES PARA LOS REYES – Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien; Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza (Salmo 21:3). Todo aquel que nace de nuevo –aceptando a Jesús como Salvador– se convierte, a través de Él, reyes y sacerdotes para Dios, su Padre (Apocalipsis 1:6). Debemos alegrarnos en la fuerza del Señor y en la salvación provista por Cristo, regocijándonos grandemente. Él cumple el deseo de nuestro corazón y nunca dejará de responder a nuestras súplicas (Salmos 21: 1, 2). Ahora, esta es la pregunta: ¿Usted recibe este tipo de asistencia? Si Dios no le ha usado como desea, entréguese más a Él. ¡Vele y ore!
RELATE LAS BENDICIONES – Los salvos necesitan contar los dones derramados por el Padre diariamente sobre la vida de aquellos que le sirven en espíritu y en verdad: Mi boca publicará tu justicia y tus hechos de salvación todo el día, aunque no sé su número (Salmos 71:15). Los hijos de Dios están felices y siempre tienen algo que decir sobre lo que el Señor ha hecho por ellos. Sin embargo, los que se alimentan del viento (Oseas 12:1) viven tristes, amargados, y eso hace que el Altísimo esté muy triste.
LA VENTAJA DE LOS JUSTOS – Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los malvados oculta violencia (Proverbios 10:6). Quien ha sido salvo y practica la justicia tiene una variedad de bendiciones sobre su cabeza; por lo tanto, debe ser un mayordomo fiel de todo lo que el Salvador proporcionó en Su muerte en nombre de todos, sean salvos o no. Pedro citó el ejemplo más grande: Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él (Hechos 10:38).
LA RECOMPENSA DE LOS FIELES – El hombre fiel recibirá muchas bendiciones, pero el que quiere enriquecerse de prisa no estará libre de culpa (Proverbios 28:20). La fidelidad es una de las obras que el Espíritu Santo realiza en el cristiano, y será vista por todos, porque su vida será abundante. Muchas personas salvas son fieles a la iglesia, y eso es digno de alabanza, pero, primero, deberían ser fieles al Señor. Así, lograrían una mayor medida de fidelidad. Ahora, cualquiera que se apresure a ser reconocido como alguien usado por Dios, buscando gloria para sí mismo y no para el Señor, será castigado. Sea sabio y alegre el corazón del Padre (Proverbios 23:15).
BENDICIONES MALDECIDAS – Es increíble, pero las bendiciones que tocan su vida pueden convertirse en una maldición. Así dijo el Altísimo: Si no escucháis y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros y maldeciré vuestras bendiciones; y ya las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón (Malaquías 2:2). Como sacerdotes hechos para el Padre, necesitamos escucharlo y proponer en nuestros corazones honrar Su Nombre. ¡Cuidado!
LAS BENDICIONES DE DAVI – Y en cuanto a que lo levantó de los muertos para nunca más volver a corrupción, lo dijo así: “Os daré las misericordias fieles de David (Hechos 13:34). Resucitado al mismo tiempo que Jesús, los salvos deben entender que no vale la pena dejar la presencia de Dios y volver a caer en el pecado. Dios nos incluyó en el plan que cumplió en Jesús, sacándolo del mundo de los muertos, para ser santos. En ese momento, el Señor nos alcanzó con todas las bendiciones buenas y maravillosas que obtuvo el Salvador. Sin embargo, si volvemos a la pocilga del diablo, las perderemos y nos harán falta. El remedio es arrepentirse (Hechos 3:19).
TODAS LAS BENDICIONES – Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3). La Iglesia de Cristo aún no ha entendido lo que le pertenece. La declaración de Pablo nos revela que ya hemos sido bendecidos con todas las bendiciones. Quien despierte a este hecho y viva en la presencia del Padre, como Jesús vivió entre nosotros, los disfrutará y será un hombre completo. Que Dios os dé la iluminación necesaria, porque el mundo necesita servidores fieles: Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios (Filipenses 3:15).
En Cristo con amor,
Dr. Soares