El drama de Sônia Veliz comenzó cuando, a fines de 2019, mientras subía al autobús, una caída le provocó un fuerte tirón en las piernas. “Fui al médico, pero recibí la triste noticia de que caminaría con dificultades durante mucho tiempo”, recuerda. Sin recursos para el tratamiento y compra de equipos, como brazaletes de rodilla y tobillo, Sônia se entristeció. “Regresé a casa y, mientras oraba, le presenté esa situación a Dios. Prendí la televisión y ahí estaba el Dr. Soares, predicando la Palabra que fortalece a los débiles y sana a los enfermos”, dice. Sônia unió su fe a la del predicador y sintió una ola de calor en sus piernas. “Cuando abrí los ojos, fui sanada. ¡Qué experiencia tan maravillosa!”, celebra.
AUSTRALIA
Fe que traspasa fronteras
El énfasis dado por la Iglesia de la Gracia a la difusión de la Palabra cruza los mares y continentes. Desde la lejana Australia, Carmen Sanches testifica que una oración hecha en Brasil ha bendecido su vida. “Tenía un dolor terrible en las costillas”, dice. Sin saber el motivo de ese malestar, recurrió a la fe. “Durante la oración, transmitida por el programa, participé en el propósito con el vaso de agua consagrada”, cuenta Carmen, refiriéndose al conocido propósito de fe y milagros de la IIGD. “Puse el líquido en el lugar del dolor y el síntoma desapareció”, garantiza.