Ásia / África
Prosperidad
UNA CUESTIÓN DE FE Y AMOR
Valorada por la Palabra de Dios, la familia cuenta con el apoyo de pastores, consejeros y colaboradores de la Iglesia de la Gracia.
Decir que la familia es la célula básica de la sociedad se ha convertido en un lugar común, pero ¿cómo escapar de esta realidad? Instituida por Dios desde el principio de la creación del mundo, esta bendita unión es ideal para los seres humanos. Después de todo, este maravilloso proyecto sigue siendo el espacio donde la manifestación del amor divino es más evidente. En el medio cristiano, la familia se valora como la materialización del proyecto celestial para el hombre. Y, en la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios (IIGD), este tema se toma muy en serio. Desde la conversión, todos los miembros son guiados y animados sobre cómo mejorar, ya sea en la relación conyugal o en la relación entre padres e hijos. Quien gana es el Reino de Dios, fortalecido por familias sólidas que hacen el buen trabajo y experimentan una vida plena.
Pastores, colaboradores y miembros de al IIGD hablan con entusiasmo sobre el asunto. El tema es tan valorado que, desde el surgimiento de la Iglesia, hace 40 años, hay servicios específicos, todos los miércoles, para buscar la bendición de Dios para los hogares. “Lo que determina el éxito de la familia es la fe, la unidad y el acuerdo en todas las decisiones”, dice la empresaria Eliane da Rocha de Abreu, una de las coordinadoras de las acciones desarrolladas con parejas en la Iglesia de la Gracia, en Rio de Janeiro. Desde hace 20 años, ella y su esposo, el jubilado Francisco José de Abreu, trabajan en este ministerio. La conexión entre ambos es tan fuerte que se presentan como “Eliane de Francisco” y “Francisco de Eliane” en las diversas acciones que lideran, como el curso de novios, Casados para Siempre –un programa destinado a promover la espiritualidad, intimidad y entendimiento entre parejas cristianas– y las tradicionales Reuniones de Parejas.
“El secreto de una familia sana es el estudio, combinado con la práctica de la Palabra de Dios en el hogar, y no solo en la iglesia”, enfatiza Eliane. En la búsqueda de ese objetivo, ella y su esposo han sido incansables. Además de actuar en la iglesia, organizan eventos, fiestas y viajes. “Las familias necesitan caminar con otras personas de la misma fe”, dice. Los líderes también realizan visitas y un seguimiento más directo cuando es necesario. El detalle es que Francisco y Eliane se involucraron en esta misión luego de una crisis matrimonial. “Pasamos por adulterio en el matrimonio y, después de participar en una reunión de parejas, sentimos la necesidad de poner en práctica las enseñanzas”, dice. Desde entonces, la unión se ha fortalecido, y hoy, utilizan la experiencia acumulada para ayudar a otras familias en dificultades, incluido el cuidado de los hijos, la vida sexual y la gestión financiera. “Los problemas surgen cuando el hombre no asume su rol de líder y la esposa no es sumisa, generando varios conflictos”, comenta Eliane. De ahí, añade, la importancia de estar juntos, buscando soluciones en Cristo: “Aprendemos de las situaciones de los demás, para eliminar o evitar lo que nos hace mal”.
“La familia, en sus realidades y dificultades, es uno de los temas más comentados en las peticiones de oración”, informa la pastora Danielle Cristina Lopes de Souza, de la sede de la Iglesia de la Gracia en Belo Horizonte (Minas Gerais). “La gente parece haber desaprendido el verdadero significado de la palabra hogar, ya que prestan más atención a los problemas externos –trabajo, amigos, compromisos individuales– que a la unidad en el hogar. Esto conduce a la degradación del entorno familiar”. Como líder del ministerio Mujeres que Vencen (MQV) en su estado, la pastora Dani, como es más conocida, trata de cerca a las mujeres, a las que les da consejería, orientación bíblica y, por supuesto, oración. En las reuniones que ayuda a realizar, destaca el valor del contacto: “En estas ocasiones, notamos que las parejas hablaban por primera vez, en paz, sobre cómo solucionar sus problemas”. Como siempre, dice, la Biblia tiene razón. “Es mejor ser dos que uno, porque cuando uno cae, el otro levanta a su compañero”, dice, citando el libro de Eclesiastés.
La comunión de sentimientos e ideales es realmente una forma segura de llevarse bien. Además, por supuesto, de una práctica cristiana eficaz. “Una familia que valora su Iglesia permanece unida”, garantiza el pastor Rodrigo Nascimento de Moraes. En su opinión, la socialización con la comunidad de fe produce un crecimiento espiritual. Rodrigo y su esposa, Gêsylla, son los encargados de atender a la familia en la Iglesia de la Gracia en Santana, en Amapá. Una de las prioridades para el éxito en el hogar, subraya Rodrigo, es dejar de lado el individualismo: “Muchas parejas se vuelven incompatibles porque no pueden compartir lo que tienen; en el matrimonio no debe haber ‘esto es mío y esto es tuyo’”. También en relación con los hijos, dice el pastor, el egoísmo es un enemigo que hay que combatir. Además de lo que se puede llamar de básico: “Transmitir respeto, no olvidar las fechas conmemorativas y trabajar por el desarrollo de una mejor comunicación entre los miembros de la familia”.
Compromiso
El Pr. Vanderlei Duarte Jr., de la sede estatal de la Iglesia de la Gracia en Aracaju (SE), es otro líder que dedica gran parte de su práctica ministerial a brindar apoyo en esta área. Y lo hace en una región donde encuentra muchas complicaciones: “Aquí, en el noreste, hay una gran cantidad de casos de infidelidad conyugal”, lamenta. Vanderlei señala que la familia es un fundamento tradicional de la iglesia fundada por el Dr. Soares. Por eso, todo lo que se haga para ayudar a los esposos y esposas, así como a los padres e hijos, siempre será poco, especialmente con aquellos que vienen a Cristo trayendo conceptos erróneos. “La gente empieza a despertar cuando ve programas, como el Show de la Fe, y descubre un modelo muy diferente al que ofrece el mundo”, señala. “A medida que estos nuevos hermanos comienzan a vivir con familias saludables, se dan cuenta de que el Evangelio funciona y comienzan a buscar esta plenitud de Dios”.
En la capital de Sergipe, la Iglesia ofrece encuentros específicos y eventos temáticos sobre la vida familiar. “El primer paso es promover la liberación de malas prácticas, –una desintoxicación, en realidad–”, continúa Vanderlei. “Después, es hora de buscar la renovación a través del entendiendo en la Palabra, especialmente el conocimiento de quién es Jesús”. Este ambiente de la congregación, con su espiritualidad y estímulo mutuo, es realmente muy beneficioso, coincide la psicóloga Anna Lucia Pereira. “El rescate de los valores, así como la lucha contra la violencia y el respeto a los demás, son fundamentales para el avance y la calidad de vida de la familia”, dice. Miembro de la Iglesia de la Gracia en el barrio de Riachuelo, Río de Janeiro, ella utiliza sus conocimientos profesionales y su vocación para apoyar a los grupos familiares de su comunidad, con énfasis en las personas de la llamada mejor edad.
Anna participa en un equipo de voluntarios, bajo la dirección del Pr. Osmar Silva. “Nuestro último encuentro fue en la Quinta da Boa Vista y fue una bendición”, dice emocionada, refiriéndose a un gran parque en Río de Janeiro, un lugar propicio para los picnics. Para ella, es necesario cuidar con mimo, dedicación y fe de la estructura doméstica para que se mantenga fuerte. Como sabemos, un entorno armonioso solo trae beneficios”. La terapeuta enumera, entre otros, la ansiedad, la inseguridad financiera, la falta de respeto, las dificultades en el trabajo y la falta de comunicación como algunos de los mayores enemigos de la felicidad en el hogar. Muchos de los casos que aborda en las visitas están relacionados con conflictos familiares, ya que la convivencia puede resultar difícil debido a la intensa cercanía entre personas con opiniones y experiencias diferentes, aún más en el contexto de 2020, cuando las personas pasaban más tiempo juntas por restricciones impuestas por el covid-19. Aun así, asegura Anna, el espíritu cristiano y el amor tienen un enorme poder: “Reconciliar estos posibles puntos de fricción es una tarea que requiere el compromiso de todos”.