Argelia es el segundo país más grande en términos de territorio en el continente africano, quedando apenas atrás de Sudán.
El Islam es la religión oficial de esa nación, que usa la ley para limitar y en ocasiones prohibir la práctica de diferentes religiones. Ser cristiano en Argelia puede llegar a ser un delito. Aquellos que abandonan el Islam para seguir el cristianismo enfrentan la presión de la familia y de la sociedad, además de ser amenazados por grupos islámicos extremistas.
Sin embargo, el Evangelio se ha difundido, llegando a más personas gracias a la ayuda de los patrocinadores.