Juventud
Prosperidad
ACTIVIDADES EDUCATIVAS Y ALABANZAS AL AMIGO JESÚS
El ministerio Chicos que Vencen (CQV) moviliza a miles de voluntarios en la IIGD y promueve la transformación de los más pequeños
Reúna a un grupo de niños, profesoras con ropas súper coloridas, distribuya juguetes por todos lados y deje que los más pequeños se expresen libremente. El resultado es ruido, correría y confusión, ¿verdad? Ni siempre. Si la meta es ministrar la Palabra a sus corazones, todo esto puede estar en el mismo espacio y, aun así, habrá espontaneidad y alegría en el Espíritu Santo. Presentar a Jesús a los pequeños es el objetivo semanal de Chicos que Vencen, en los templos de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios (IIGD). La idea de que los niños son una molestia durante la predicación está muy lejos. Después de todo, para el ministerio, ellos no son la Iglesia del mañana, sino miembros legítimos del Cuerpo de Cristo hoy. Por supuesto, CQV también tiene ese agradable y saludable alboroto típico de los niños. Sin embargo, todo sucede en el momento adecuado. “Entendemos que son el terreno más fértil para sembrar la buena semilla del Evangelio”, dice Jucimara Oliveira, tía Jú, como es conocida, quien lidera las actividades de CQV desde hace ocho años.
Según ella, el ministerio se ha estructurado a nivel nacional desde la década de 1990. En tal época, esta actividad estaba en sus inicios y los niños eran entretenidos de la mejor manera posible. “No había una visión de reunión a los niños”, recuerda. A partir de ahí, gracias al espíritu pionero de la Pastora Nadir Gentile, se implementó otra mentalidad, como la división por grupos de edad, el uso de material adecuado y la búsqueda de espacios más convenientes. “Dios estaba agregando personas para este propósito”, dice Jucimara. Hoy, Chicos Que Vencen moviliza una amplia red de voluntarios: “Cada Iglesia tiene al menos cuatro o cinco profesores”. Esto proyecta el trabajo a los miles de participantes.
Por supuesto, medir la cantidad de pequeños involucrados es imposible. Todos encuentran cariño, respeto y oportunidades para dar rienda suelta a la espiritualidad. “En nuestras Iglesias, el espacio del niño funciona de la misma manera que la reunión con los adultos. Hay alabanza, mensaje y oración. Todo tiene una propuesta y una estructura adecuada”, destaca. “La rutina se establece pensando en ellos. Disponemos de dinámicas propias, herramientas pedagógicas y lúdicas, que facilitan el aprendizaje y la participación”. La merienda y los juegos son igualmente esenciales: “Todo es parte de ello”
UNIDAD DE PROPÓSITOS
Periodista con formación en Pedagogía, Jucimara trabaja en la sede de la IIGD en São Paulo. Señala que la Iglesia liderada por el Dr. Soares se ha esforzado por mejorar las actividades de los niños: “Participamos en varios cursos y evaluamos métodos de enseñanza”. Se establece un plan trimestral, con lecciones secuenciadas y clases planificadas para diferentes grupos de edad.
Jucimara asegura que, gracias a esta acogida que la Iglesia de la Gracia da a los niños, sus familias no solo están más cerca del Señor, sino que también son bendecidas. “Es la Iglesia de Cristo que permite a los niños conocer a Jesús con el mismo potencial de fe y milagros que se presentan a los adultos”, concluye la líder. Esta unidad de propósito se observa en los templos y regiones de la IIGD en todo Brasil. “Cuando un niño corrige a su padre porque ‘oró mal’ y no determinó la bendición, veo que estamos formando una generación de fe que luchará contra las tinieblas”, bromea la pastora Sarah Araújo Xavier, de Brasilia. Allí, en la capital federal, coordina las actividades de unos 130 voluntarios de CQV con la mirada puesta en el futuro de las pequeñas ovejas: “Serán hombres y mujeres de Dios que no aceptarán la cultura mundana”.
Como en otras regiones del país, el trabajo en Brasilia es dinámico, con evangelismo en las calles, servicios para niños, obras de teatro y caravanas de las escuelas bíblicas de las ciudades. “Todo se hace mirando la salvación de los pequeños”, destaca Sarah. En los últimos meses, el ministerio ha tenido que adaptarse. “Como no pudimos recibir a los niños en la iglesia, sentimos la necesidad de crear servicios para ellos, a través de las redes sociales. Además de los grupos de WhatsApp, tenemos videos desarrollados por las profesoras y servicios a través de Zoom y otros medios digitales. Los domingos también transmitimos nuestro CQV-DF en directo”. Sarah es pastora hace 14 años, diez de ellos involucrados en el ministerio de niños de la IIGD. “¡Ver la formación espiritual de estos niños y niñas es nuestro mayor regalo!”.
En Rio Grande do Sul, donde las tradiciones culturales son fuertes, el personal al frente de CQV incluye, en el calendario de actividades, fiestas típicas que son realizadas en la ciudad. “Los niños llegan vestidos con trajes típicos para los servicios”, se divierte la locutora Angélica Sostizzo Machado, coordinadora local, refiriéndose a los hermosos vestidos de las fiestas típicas. “Celebramos con alegría y hablamos de la importancia de celebrar al Autor y Consumador de nuestra fe: Jesús”. Estableciendo puentes con las familias y comunidades, CQV también mantiene actividades traducidas a la Lengua de Signos Brasileña (Libras), pensando en la evangelización de los niños con discapacidad auditiva.
Con alrededor de 750 voluntarios, el ministerio CQV en las tierras de Rio Grande do Sul sigue los modelos y horarios implementados por el liderazgo nacional: “En los horarios de las reuniones, los niños son recibidos en las salas de actividades, para escuchar la Palabra”. Angélica está involucrada en esta misión desde 2004. Ella estudió magisterio aun en la secundaria, lo que le permite ayudar en los grados iniciales. “Siempre me gustó la educación infantil. Cuando entregué mi vida a Jesús y conocí la Iglesia de la Gracia, supe que podía colaborar en ese ministerio”. Entre sus motivaciones está el deseo de que los niños conozcan a Jesús como Amigo y Salvador. “Así como Dios me alcanzó y bendijo mi hogar, Él puede hacer eso en el hogar de aquellos que creen y viven para el Señor”. Para ello, no existe una edad mínima. Al mismo Jesús le gustaba tener cerca a los niños (Mateo 19:14).
(Desde la redacción: Todas las fotos ilustrativas de este informe fueron tomadas antes del aislamiento social y de la adopción de medidas sanitarias para contener el nuevo coronavirus en Brasil).