Asia / África
Misiones Mundiales – Nepal
TODO ES POSIBLE
La liberación de un joven lunático, registrada en Marcos 9, trae importantes revelaciones que ayudan a resolver problemas aparentemente sin solución. Veamos paso a paso lo que sucedió en aquel día, ya que ciertamente enfrentamos situaciones similares hoy, y la respuesta será la misma.
LA SUBIDA AL MONTE – El Maestro dejó a sus discípulos cerca de una montaña, llevando solo a tres de ellos a una reunión privada: Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto. Allí se transfiguró delante de ellos (Marcos 9:2). Quien no atiende a la invitación del cielo de hacer algo por el Reino de Dios, sin duda no tendrá revelaciones especiales de la capacidad del poder divino. Ahora, el Salvador nunca invitará a nadie que no esté preparado, o que nunca se dedique a Su obra como debería (Juan 14:21).
PREPARADOS POR JESÚS – Los tres discípulos podrían tener más éxito que antes, porque vieron a Jesús en su intimidad, como lo estaba en la presencia del Padre. Hay secretos que Dios solo dará a conocer a aquellos que le sirven con integridad de corazón disposición para hacer el bien y dedicación completa a sus órdenes: Pero serviréis a Jehová, vuestro Dios, y él bendecirá tu pan y tus aguas (Éxodo 23:25). Esta palabra es verdadera y se cumple en su vida y la de sus familiares.
LA MULTITUD Y LOS DISCÍPULOS – Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que discutían con ellos (Marcos 9:14). Al ver la multitud alrededor de los discípulos y algunos escribas compitiendo con ellos, el Maestro pronto quiso saber de qué se trataba, y la respuesta vino de un padre angustiado por el sufrimiento de su hijo. El hombre le explicó a Jesús que le había traído a su hijo atormentado por un espíritu maligno –que trataba de matarlo, arrojándolo al fuego y al agua–, porque los discípulos no podían expulsarlo.
LA RESPUESTA DURA – ¡Generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo (Marcos 9:19). Ellos ya deberían haber aprendido a actuar en tal ocasión porque sabían que, un día, ya no tendrían al Señor con ellos y tendrían que hacer la obra como Él lo hizo. Luego, ordenó que le llevaran al muchacho y, nuevamente, enseñó a sus discípulos cómo proceder en casos similares.
EL ESPECTÁCULO SE REPITE – Se lo trajeron, y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, que cayó al suelo revolcándose y echando espumarajos (Marcos 9:20). El maligno quiso engañar al Hijo de Dios con su truco para no dejar al muchacho. Aquí, extraemos algunas lecciones:
1) El diablo nunca dice la verdad; por lo tanto, no crea en lo que él dice ni en su espectáculo.
2) Al ver a Jesús, el espíritu sacudió violentamente al joven. Este es el último acto del enemigo antes de irse.
3) Arrojó al muchacho al suelo, agitándose, echando espuma.
LA TRANQUILIDAD DEL SEÑOR – De nada servía darse prisa para ayudar al joven, pero, con calma y firmeza, Jesús mostró cómo actuar. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Él dijo: Desde niño (Marcos 9:21). El hombre continuó hablando: Y muchas veces lo arroja al fuego o al agua, para matarlo; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos (versículo 22). Cristo estaba enseñando lo que los discípulos ya deberían haber aprendido. Cada vez que el diablo hacía esa escena, las personas se apartaban rápidamente de Dios y trataban de ayudar al joven. Ahora, si usted mantiene la fe en el Señor, será guiado por Él.
LAS PALABRAS DEL PADRE – Es importante repasar estas palabras, porque de ellas obtenemos un buen y correcto aprendizaje. Recuerde que Jesús estaba llevando al joven a la liberación, por lo que era necesario que su padre le contara lo que sucedía, porque fue algo que hizo, o que dejó de hacer, que permitió el diablo actuar sobre el muchacho.
1) Él dijo: Desde niño. Las escenas aún estaban vivas en su mente.
2) Y muchas veces lo arroja al fuego o al agua, para matarlo. Estaba casi llegando donde Jesús quería.
3) De repente, cortó la respuesta y dijo claramente: pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos. El hombre no quería hablar más del tema, porque se dio cuenta de que, al haberse negado a hacer algo por Dios, abrió la puerta para que el maligno se apoderara de su hijo. Ahora, sabía cómo hacer lo que siempre evitó. De hecho, hubo un día en que no obedeció al Señor después de recibir una misión de Él.
LA RESPUESTA – ¿Por qué dejó Jesús que el joven estuviera poseído por un espíritu maligno y no le respondió de inmediato? Ese demonio no saldría, si su padre no se arrepintiera del pecado cometido. El peor error es no prestar atención a Dios. Con eso, toda la descendencia sufre. Recuerde que David cometió adulterio y fue responsable de la muerte de Urías; por tanto, la espada no salió de su casa (2 Samuel 12: 9-12).
El Maestro respondió al padre: Si puedes creer, al que cree todo le es posible (Marcos 9:23). Al escuchar la verdad de los labios de Quién es la Verdad, el hombre se arrepintió: Inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad (Marcos 9:24). Su actitud fue real; sin embargo, si estuviera mintiendo o tratando de engañar a Jesús, quedaría expuesto.
EL ESPECTÁCULO TERMINÓ – Cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu impuro, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando que salgas de él y no entres más en él. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndolo con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: “Está muerto”. Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo enderezó; y se levantó (Marcos 9:25-27). Más tarde, en casa, ¡el Señor dijo que esa legión solo saldría con oración y ayuno! Los discípulos habían dejado de lado su fe, tratando de ayudarlo por sí mismos.
En Cristo con amor,
Dr. Soares