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FIELES HASTA LA MUERTE
La Iglesia de la Gracia lleva la luz de Cristo a la ciudad de Izmir
Izmir, Turquía, es una ciudad antigua. Conocida por nosotros como Esmirna, se remonta a los tiempos bíblicos y se cita en el Nuevo Testamento, más específicamente, en el libro de Apocalipsis, como parte de la narrativa profética sobre el fin de los tiempos y la segunda venida de Cristo. Es en este lugar tan icónico e importante para el cristianismo, donde se estableció en el centro del medio oriente la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios, que desde el 2016 ha mantenido viva la llama de la fe, logrando que familias enteras conozcan el evangelio. Es una iglesia que se destaca de las congregaciones existentes que operan libremente en el Occidente, definiéndose; más que un templo, como un espacio de Fe, donde las personas se entregan a Cristo.
“Los que frecuentan las reuniones viven en Izmir”, informa el Turco, uno de los coordinadores del trabajo. Su nombre, como el de todos los personajes de este artículo, debe ser omitido por razones de seguridad, pero así se le conoce en el entorno de la Iglesia de la Gracia. Dedicado, el colaborador trabaja en el Departamento de Medios Sociales de la IIGD, supervisando producciones de contenido turco, kurdo y persa del Dr. Soares en Facebook. Habla inglés con fluidez, a diferencia de la mayoría de los residentes de la ciudad, también trabaja en la traducción de mensajes y libros de Soares. “Además, ayudo al propietario de la Iglesia, el Pr. G. S., y visito iglesias en casas en Turquía y Líbano”, agrega.
DERECHOS RESTRINGIDOS
Con una población de más del 99% de musulmanes, el trabajo evangélico en la nación se ve obstaculizado. El gobierno de inspiración islámica reclama derechos para los cristianos. Para que se tenga una idea, si alguien deja el Islam y adhiere al cristianismo, debe cambiar su religión en los registros oficiales. De esta manera, el gobierno puede rastrear a los cristianos. “Nuestra religión también está escrita en nuestras identificaciones turcas. Así que cuando se solicita un trabajo, el acceso a una vacante escolar o necesita un servicio del gobierno, la gente puede ver si somos musulmanes o no”, continúa el turco.
Con la crisis sanitaria provocada por el nuevo coronavirus se suspendieron las reuniones presenciales. Sin embargo, esto no obstaculiza la obra de Dios en Turquía, al contrario, incluso la fortalece. Protegidas en sus hogares, miles de personas a menudo acceden a las redes sociales del Dr. Soares y de la IIGD, y esto aumentó durante el aislamiento social. “Usamos herramientas, como Zoom y WhatsApp, para comunicarnos en nuestra comunidad”.
Los bautismos de los nuevos conversos se realizan con gran alegría, habitualmente en escenarios paradisíacos, como las playas del mar Egeo. La pequeña congregación de la Iglesia de la Gracia en Izmir también participa activamente en la realidad social en la que se inserta. Los creyentes locales visitan a los enfermos en los hospitales, realizan eventos comunitarios y distribuyen alimentos a los más necesitados, además de mascarillas protectoras contra el covid-19.
RIQUEZA EN CRISTO
Mientras tanto, como en los tiempos del Nuevo Testamento, el Señor permite que la obra crezca y las señales sigan a los que creen. Los testimonios de las bendiciones recibidas son numerosos. “Milagros de sanidad, liberación y prosperidad les sucedieron a la mayoría de nuestros miembros y a miles de musulmanes que siguen nuestra página de Facebook”, señala el colaborador. Una de estas intervenciones divinas ocurrió con G., una niña siria que tenía una discapacidad en sus extremidades inferiores y no caminaba. “Ella tampoco podía oír y tenía dificultades para hablar”, cuenta Turco. Por lo tanto, ninguna escuela la aceptaba. “Después de las oraciones, empezó a caminar, hablar y escuchar”, se regocija. La familia, que vive en Izmir, es seguidora del Islam, pero piden oraciones y eventualmente visitan la iglesia.
También musulmán, U. nos pidió que visitáramos a su padre, que había sufrido un grave accidente automovilístico y los médicos lo habían desahuciado debido a las heridas y el sangrado. “Esa noche”, continúa el colaborador, “U. pidió oración por su padre y le escribimos al Dr. Soares para que intercediera con nosotros. Esa misma noche cesó la hemorragia interna y, a la mañana siguiente, ese anciano salió de la UCI, fue operado y, posteriormente, dado de alta”.
El apóstol Juan, al registrar las revelaciones que recibió del Señor, incluyó en el libro del Apocalipsis el mensaje de Dios a la antigua iglesia de Esmirna (Apocalipsis 2:9,10): Yo conozco tus obras, tu tribulación, tu pobreza (aunque eres rico) […]No temas lo que has de padecer. El diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, […].Y termina con la exhortación: ¡Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida! Casi dos mil años después, el Señor dirige las mismas palabras a los cristianos que, a pesar de todas las dificultades, mantienen viva su fe en Izmir.