Test – 13
Acción Social
¡NO PARAREMOS!
Con la llegada de la pandemia del covid-19, la gente de todo el mundo se llenó de miedo. Aterrorizadas, las autoridades previeron lo peor, las calles estaban desiertas, muchos perdieron el trabajo y las empresas cerraron sus puertas porque, sin ingresos, llegaron a la quiebra. A los mayores de 60 años se les indicó que se quedaran en casa. En algunos lugares, los que se aventuraban a salir eran arrestados y la prensa hablaba solo de muertes, muertes y muertes. El pánico llegó a reinar absoluto. ¡Únase a nosotros!
Todavía no sabemos de dónde vino la plaga, aunque algunos acusan a China de producir y propagar el virus. Si eso sucede, no lo sabemos; sin embargo, si hubo alguien detrás, lo sabremos algún día. Muchas familias sufrieron el duelo, y en algunas no fue solo una víctima, sino varias. En un principio, en Brasil, se decía que era una plaga para destruir a los ricos. En Río de Janeiro, comenzó en Barra da Tijuca, se extendió hasta Leblon y, más tarde, recorrió toda la ciudad. Muchos se desesperaron solo por seguir las noticias. ¡Únase a nosotros!
Dijeron que en Brasil, la enfermedad sería leve, por tratarse de un país caluroso. No obstante, las regiones más afectadas fueron: Amazonas, Pará, Maranhão y Pernambuco, estados con clima caluroso todo el año. El director general de la OMS (Organización Mundial de la Salud), el etíope Tedros Adhanom, concedió entrevistas fúnebres y la gente se desanimó al ver sus pronunciamientos. Ridiculizó el uso de cloroquina y otras drogas, pero la OMS se disculpó diciendo que la droga funciona. ¡Únase a nosotros!
Los expertos en tratamiento de la malaria dijeron que la cloroquina no debería administrarse de la forma como la estaban usando. La dosis probada en los moribundos fue de 1500 mg, cuando, en las peores condiciones de la malaria, se utilizan 900 mg durante dos días y se reducen a 400 mg. Además, el período nunca debe exceder los cinco días, y esto al inicio de los síntomas. Parece que alguien tenía otros propósitos. ¿Por qué hicieron eso? ¿No son los mismos que aprueban el aborto? ¡Únase a nosotros!
Paramos casi toda la programación de la RIT (Red Internacional de Comunicación), y comencé a usar cuatro horas del horario de máxima audiencia (de 6 p. m. a 10:30 p. m.) para consolar a los afligidos, predicando la Palabra que genera fe y bendiciendo el agua que muchos ponen en tazas, vasos y otros utensilios. Pronto, escuchamos relatos sobre la sanidad del covid-19. El 8 de junio recibimos 346 testimonios, entre ellos uno de diez personas de la misma familia. Hoy, tenemos una lista con miles de nombres y números de teléfono. ¡Únase a nosotros!
Alguien dijo: «Con esta programación que solo habla de fe en Dios, la RIT terminará». De hecho, acabamos con el mal en la vida de miles. Nuestra audiencia fue la más grande desde el inicio de nuestro trabajo. El Señor nos permitió hacer de RIT una televisión de trabajo serio, donde las personas encontraron apoyo y fe en Cristo. A Él sea la gloria. ¡Únase a nosotros!
Con las iglesias cerradas por más de dos meses, ¿cómo pagaríamos las facturas? Sin embargo, nuestra gente no nos ha abandonado y pagamos todas. Una vez más, a Dios sea la gloria. Le agradecemos a Él, a los pastores por las visitas en línea y a todos que nos enviaron recursos. ¡Únase a nosotros!