Proyecto de Vida
“DIOS HORA NUESTRA FIDELIDAD”
Después de participar en el propósito del Proyecto de Vida, la esteticista Silvia Cristina logró abrir su propio negocio.
El Proyecto de Vida, realizado todo fin de año en los templos de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios (IIGD), ha sido un canal de bendición para miles de personas. La campaña, idealizada por el Dr. Soares, consiste en un voto de fe. Cada 31 de diciembre, los participantes llevan sus peticiones al altar del Señor, confiando en su provisión y fidelidad para el próximo año. Hay quienes buscan sanidad de enfermedades, hay quienes piden una oportunidad de trabajo y también quienes desean la bendición en la familia. En el caso de la consultora de belleza Silvia Cristina Pereira Gomes, el objetivo era solo uno: tener su propio negocio.
“Durante tres años, participé en el Proyecto de Vida”, cuenta. De hecho, desde que comenzó a asistir a la Iglesia de la Gracia, Silvia sintió el llamado para inscribirse como patrocinadora del trabajo evangelístico. “Decidí inscribir a mi futura empresa”, agrega. Sin embargo, todo era un sueño lejano. “Todavía no había aprendido a mirar a Dios, ni me veía en condiciones de lograr ese objetivo”. La historia cambió en el Proyecto de Vida 2018. Ese año, ella fue desafiada en su fe. “El pastor se dirigió a las personas que estaban desanimadas porque no veían el milagro suceder y dijo que, al año siguiente, la promesa divina se cumpliría”.
Silvia recibió esa palabra y perseveró en la fe. A principios de 2019, una amiga le dijo que había un punto comercial en venta muy cerca de la casa de depilación donde trabajaba. Una tarde, las dos fueron a ver el local. “Cuando vi la estructura, mi corazón dio un salto de alegría, porque era lo que el Señor había preparado para mí”, dice, sin ocultar su emoción. El precio era inalcanzable para las condiciones de Silvia, pero en e estas alturas, veía la dificultad con otra perspectiva, la del Todopoderoso. Así, la negociación, que comenzó en 6 mil dólares, se cerró por solo 880 dólares. “¡Solo Jesús para realizar tal milagro!”
Hoy, Depil Bela tiene seis profesionales, además de ella. “El Altísimo fue poniendo personas para ayudarme”, celebra. El establecimiento es una referencia en el centro de São Luís (MA), y no solo en el ámbito profesional. Debido a la naturaleza de su actividad, la empresa se ocupa de la autoestima y el bienestar de sus clientes. “Muchas personas llegan aquí tristes y amargadas, y tenemos la oportunidad de llevarlas al Señor”, comenta. Silvia dice que solo puede agradecer a Cristo por tantas bendiciones. «Dios honra nuestra fidelidad a Él”, dice la empresaria.